El Metaverso ese gran desconocido (no tanto en el mundo literario) porque el que el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, está apostando y planea convertir en nuestra nueva vida no tangible para 2024. ¿Qué es exactamente este mundo virtual futurista sacado de las películas de ficción que se proyectaban en los 80 o de un episodio de la serie Black Mirror? ¿Es posible conseguirlo o es solo otro delirio de un nuevo rico excéntrico que no sabe en qué gastarse el dinero?
Para empezar, hablemos de qué es realmente el Metaverso. Podríamos definirlo como un mundo virtual al que nos tendremos que conectar con una serie de dispositivos que engañen a nuestro cerebro y lo hagan creer que estamos dentro de él, que podemos tocarlo, pero desde la comodidad de nuestro sofá. Todo esto existe en los juegos de realidad virtual y no es nuevo. Creas un avatar fantástico que puede o no parecerse a ti y te vas de aventuras más fantásticas aún sin tener que andar ni un solo paso. Hasta puedes luchar en un apocalipsis zombi contra los muebles de tu salón, para el espanto de todas las madres del mundo que preferirían no ver a sus hijos dando puñetazos al aire con un «aparatito» en las manos. Sin embargo, este metaverso no pretende ser uno más de estos juegos.
En realidad, busca ser una realidad alternativa (valga la redundancia) en la que podremos hacer lo mismo que hacemos hoy en día, pero fuera de casa, aun estando dentro de nuestra casa. Lo que puede parecer una paradoja nos ofrecería, supuestamente, una infinidad de posibilidades como en el mundo real, al más puro estilo Sims, pero en 3D y totalmente inmersivo. Así, seríamos capaces de ir caminando por una ciudad recién creada, entrar en la panadería y comprar el pan que no te vas a comer. Este metaverso podría tener hasta su propia economía con algún tipo de moneda virtual, que solo se podrá comprar con nuestro dinero real, por supuesto. Tampoco no podemos olvidar de que lo más posible es que el metaverso esté plagado de micropagos y tengamos que pagar por cambiarnos de ropa o teñirnos el pelo a ese azul índigo que siempre hemos deseado, pero no nos hemos atrevido en nuestra aburrida vida real.
Por suerte, lo más probable es que este Metaverso del futuro sea eso: el futuro. Y podamos respirar tranquilos sin estresarnos por dos vidas, una virtual y otra real, en la que necesitamos dinero muy real para comprar el último modelito que la sociedad ha decidido que está de moda. Aprovechad para gestionar vuestros negocios reales y echad un vistazo a las estrategias de marketing más reales de Alonis en nuestra web principal (antes de que las cambiemos y solo podáis acceder con unas gafas muy molonas del futuro).