Tener una web responsive o adaptativa es algo muy importante, pero ¿sabes por qué?
Una de las ventajas más significativas es la flexibilidad. Si el contenido puede moverse sin problemas de una pantalla a otra, la web es mucho más accesible desde cualquier dispositivo y no da tantos problemas al cargar. Gracias a esto, la experiencia de usuario es mucho mejor porque el contenido se carga más rápido. A la gente no le gusta perder el tiempo esperando y el cuarenta por ciento abandonará la web si no carga en menos de tres segundos. Hoy en día, usamos el móvil para todo y una web responsive es la solución más eficaz para mejorar la imagen de la marca gracias a la reducción de tiempo y la facilidad de acceso.
Por otra parte, la parte más técnica de un diseño responsive nos dice que Google recomienda esta opción para posicionar en motores de búsqueda porque saben que los usuarios aman el diseño responsive. Así que, si quieres un buen posicionamiento SEO, necesitas adoptar esta técnica. Además, este tipo de webs ya adaptadas te permiten ahorrar costes en el desarrollo y mantenimiento de una web porque solo hace falta una plantilla para todos los dispositivos. No es como si tuvieses que crear una web completamente distinta para móviles y tablets. Así que se ahorra tiempo y dinero a la vez que produce más visitas de los usuarios de dispositivos que no sean ordenadores.